miércoles, 8 de mayo de 2013

Ser la profe hot

Y bueno, hace años atrás habría pensado que la profe que, como decirlo sutilmente, "inquietara" a sus estudiantes debía ser una provocadora cualquiera que, por medio de un uso constante de minifaldas, hot-pants, bucaneras y escotes profundos, causara toda clase de revuelos en sus estudiantes.
Consecuentemente con mi convicción, me hice de un guardarropas relativamente formal que incluye una serie de pantalones de tela y blazers, con las tan poco seductoras blusas abotonadas. Sin embargo, el fenómeno de "la profe hot" me alcanzó aparentemente, lo cual me lleva a pensar que, al parecer el "inquietar" a los estudiantes no depende, en realidad, de la manera en que una profe se vista o se comporte.
En varios de los casos de compañeras recién salidas de la u se ha producido lo mismo, y no es que ninguna de nosotras nos estemos vistiendo de personaje porno precisamente. Así que aquí va mi teoría:
Adolescencia masculina, entre los 13 y los 18 años. Estado hormonal: caótico. Madurez cerebral para enfrentar temas relativos a sexualidad: insuficiente. Presencia de sujetos del sexo contrario: constante. Elemento de quiebre: la novedad.
Estos pobres críos se encuentran rodeados de las mismas mujeres (compañeras y profesoras) desde siempre, de modo que están relativamente acostumbrados. Ahora, ya que el caos hormonal debe liberarse de alguna manera, cualquier presencia de alguna chiquilla extraña podría ser objeto de interés. Sumemos a esto la proximidad de edad y.... voilá.
No hay que ser guapa, no hay que vestirse hot, no hay que tener "la actitud".
Lo único necesario es ser mujer, y ser nueva... y listo. Caos hormonal.

1 comentario:

  1. Ahahahahaha por eso era entonces!!! Que buena enseñanza media pase.

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quejese nomas cabrito