Cómo ser feliz sin... ser feliz.

Y bueno! La gran parte de ustedes me conoce y sabe que soy gritona, hiperactiva, estresada, buena para reirme y disfrutar de la estupidez humana, cierto? Pues bien, algunas personas dicen que soy alegre, otras dicen que soy feliz, otras dicen que estoy loca no más, pero filo con eso, porque en realidad yo me siento una persona feliz. Bien feliz. Muy feliz.
Las razones para esto para mi son obvias y ligadas a mi fe, citando la sabiduria del romancero canuto, "porque yo creo (porque yo creo) soy tan feliz (ssoy tan feliz), pues tengo vida eterna en Jesús... porque yo creeeeeeooo soy tan feliz, feliiiiz (clap clap clap clap clap....) tengo la viii(la vida)da eterna, tengo la viii(la vida)da eterna, tengo la viii(la vida)da eterna en Jesús" etc.
Pero, como varios de mis lindos lectores no comparten estas cosas y me temo aburrirlas intensamente al ponerme a hablar como saberme hija de Dios me hace tremendamente feliz, y no es mi intencion aburrirlas (creo...) me voy a saltar este tema y segiré con otros más afortunados.
Así que....
No es por creer que todo mundo quiera ser como yo (obvio que no, soy tan cool... ziiih), pero si pensando en que todos aspiran a la felicidad (dijo el filósofo) les voy a dar la clave del éxito.
listos?
Hay que saber apreciar la estupidez.
¿Que tal?
Beata ignorantia, dicen algunos. Sentido de humor, le digo yo.
A lo que voy es que para ser feliz no hay que esperar grandes cosas. En realidad hay que esperar cosas menores, pequeñas, mal hechas e incluso mediocres. Esto por dos razones
1° Porque cuando uno tiene muchas expectativas sobre algo, y esas expectativas no se cumplen, uno se frustra, se entristece, y le da una suerte de crisis existencial que no conduce mucho a la felicidad, obvio.
2° Porque si uno esperara a que le pasaran grandes cosas para ser feliz... no sería feliz nunca. O sea, imagínense que yo esperara a tener mucho dinero para ser feliz... fuuuu, no tengo para cuando (porque seré profe, para los que no sabían).
Hay otras razones, por ejemplo que algo que no alcanza el nivel que debería... puede ser vista con buen humor y... reirse, nada más (Como la canción de la Kenita Larraín) y pucha que hace bien disfrutar de estas cosas.
Dijo una sabia compañera de colegio que ella prefería no esperar nada de la vida, porque cuando las cosas buenas llegaban podía sorprenderse y disfrutarlas mucho más que si simplemente se esperaban sus expectativas. A mi me hace sentido por lo menos. No quiero decir que no hay que tener sueños ni aspiraciones, sino que hay que aprender que ciertas cosas no suceden porque uno las merezca o sean un derecho, sino por pura suerte, generosidad de los otros, gracia de Dios, etc. No porque realmente sea así, sino porque las cosas se disfrutan más cuando son entendidas como un regalo sorpresa y no como algo mínimo que uno se merece nomás.
A este sabio consejo agrego uno: la vida está llena de cosas chistosas, alegres y felices. También está llena de cosas amargas, crueles, injustas y tristes, pero es un asunto de perspectiva. Hay muchos problemas en el mundo... pero... qué va a pesar más sobre mi estado de ánimo?
Porque estar triste por la injusticia social y llorar y lamentarse podrá ser muy empático ( si es que...) pero bien poco productivo.
Así que mi sugerencia es esta: de las cosas malas hay que preocuparse y ocuparse. De las cosas buenas hay que alegrarse y disfrutarlas. Al final lo malo se va a transformar en algo bueno y la felicidad va a ir creciendo hasta que tu trasero explote.
Por lo tanto, que las cosas pencas de la vida no nos quiten la alegría. Por el contrario... que las cosas chistosas, alegres, festivas nos inunden
Y sin miedo al ridículo
Y sin cuco a ser inmaduros
Y sin considerarse tonto o inferior por no ser un amargado que mira la sociedad con cara de asco...

A disfrutar la vida no más!
a reirse y a reirse hasta que duela la guata.
Dijo mi autor favorito, el gran Jardiel Poncela:

"Mi posición es, pues, la de ayer, la de mañana, la de siempre:

RISA FRENTE A LA VERDAD 

¿Que el fondo del corazón humano es negro?

¡Risa!

¿Que no hay nada en el mundo, ni lo más puro, que no se doblegue al dinero?

¡Risa, risa!

¿Que todo está edificado sobre mentiras asquerosas, y mantenido por injusticias eternas? ¿Que lo inmutable se ciñe sobre nuestros actos? ¿Que la mujer es?... ¿Y el hombre es?...

¡Risa, risa!

¿Que no hay categorías morales, sino sociales? ¿Que la traición y la envidia son el leit-motiv de la existencia? ¿Qué hasta los propios hijos han de volvérsenos un día como enemigos implacables?... ¿Que todo va a acabar en un agujero solitario, lleno de mugre, de podredumbre y de barro?

¡Risa! ¡Risa! ¡Risa!...

A los inteligentes no debe ocultárseles la verdad, de la misma manera que a los Santos nadie les ocultó el vicio. Por el contrario, hay que descubrir la verdad; cogerla de improviso; mirarla cara a cara sin pestañear, de igual modo que miramos la factura del gas a primeros de mes. Y cuando podamos contemplar, libres de estremecimientos, aquel semblante repulsivo, entonces... ¡a reír! ¡A reír hasta hartarse!

¿Tomar las cosas en serio? Los burros y los hombres formales esos si toman las cosas en serio.

Pero es que un hombre formal sólo se diferencia de un vagón de burros en que hace menos bulto y en que va al café a discutir de política." (en Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes?, por supuesto)

Así que les dejo a continuación una lista de las cosas que ultimamente me han sacado unas buenas carcajadas, para que sean felices, muy felices, y se rian un poco o al menos la pasen bien

GÓCENLA!

Kenita Larraín y su canción "Mi mundo sin ti"

Rafael Vudú y su transantiago entretenido

Regular Ordinari Swedish Meal time (in swengliiiiiiish!!!!) y su cocina ruda

Epic meal time y su cocina asquerosa

Phineas y Ferb y la estupidez máxima

Jenna Marbles y su... siih....